La base fundamental de la felicidad radica en la autoestima. Pero la formación de la misma depende de los padres o adultos que estén a cargo del niño. Aquí van una serie de consejos para hacerlo más fácil:
1.- Acariciarle y besarle: Un niño necesita sentirse querido, esto generará un buen apego y sobre todo desarrollará positivamente su autoestima. Como padres seremos la base de su mundo, si percibe amor dará amor, y se sentirá un ser único, valioso o capaz.
2.- Darle ejemplo: Una de las formas básicas de aprendizaje es por imitación, los niños observan y captan todo lo que sucede a su alrededor, y sobre todo lo que hacen, dicen y/o emiten sus padres. Predica con el ejemplo.
3.- Cubrir sus necesidades básicas: de alimentación, higiene, aprendizaje, seguridad, socialización, amor... dale lo que necesita hoy para ser un individuo capaz el día de mañana.
4.- Protegerlo: Que no sobreprotegerlo. Un niño necesita aprender donde está el peligro, pero debemos dejar que explore por si mismo para que descubra e integre lo que percibe.
5.- Decirle “no”: Si le das todo lo que quiere harás de el un ser infeliz, el resto del mundo si le va a poner frenos. No le des todo lo que quiera, enséñale a conseguirlo.
6.- No premiar con dinero: El dinero hará de el una persona materialista, verá que todo se puede conseguir con dinero, y que "tanto tienes tanto vales". Hay muchas cosas que le gratificarán, desde una caricia, un beso, o una ovación, hasta el cuaderno de pinturas o la comida que más le guste. Varía los premios, y negocialos que el.
7.- Evitar compararle: "Las comparaciones son odiosas", evita comparar a los niños entre si, menos aún entre hermanos, sólo generarás competitividad entre ellos, así como frustraciones y suspicacias innecesarias.
8.- Encauzar su agresividad: Las pataletas y berrinches son comunes en los niños. No hacerles más caso del necesario y sobre todo explicarles las consecuencias de sus actos y hacerles responsables de los mismos, sirve para dirigir esa agresividad y demostrarle que no le va a llevar a buen puerto.
9.- Dejar que se auto-explore: Los niños perciben las diferencias que hay entre ellos y todo lo que le rodea. Llegada una edad se percatan de las diferencias entre niño y niña, deja que se explore y se conozca, no hay ninguna maldad en ello, sólo esta asimilando otra parte del mundo.
10.- Contarle nuestras cosas: Los niños perciben nuestros estados de ánimo. Es bueno hacer participe a los niños de lo que nos sucede a los mayores para que sepan que les ocurre a papá y mama, porque "lloramos cuando se muere el abuelito", o estamos nerviosos porque "en el trabajo de papa el jefe le pone muchas tareas". Para ello hay que ponerse a su nivel, usar términos que puedan entender y dar las explicaciones justas. Eso le hará sentirse una parte importante y valiosa de la familia.
11.- "Castigarle" con explicaciones: Más bien enseñarle a hacerse responsable de sus acciones. Por ejemplo, si rompe el jarrón con la pelota. "Ese jarrón era para poner las flores, tendrás que recoger los trozos, limpiar el suelo y comprar uno nuevo con tu paga".
12.- Dejarle jugar a su aire: Los niños se expresan y aprenden jugando, participar en sus juegos es una forma de entrar en sus mundo.
13.- Dosificar la televisión. Es muy cómodo para los adultos colocar al niño frente al televisor, sin embargo, el tiempo que pasan viendo la tele es tiempo que restan a socializarse con otros niños, a aprender jugando con sus muñecos, a participar en la vida de su familia. Los niños deben ver la televisión un tiempo moderado, y siempre filtrando los programas que les dejamos ver.
14.- No pedirle que sea el número uno: Cuando exigimos demasiado a un niño no solemos tener en cuenta sus capacidades ni sus gustos. Muchas veces queremos que nuestros hijos hagan lo que nosotros no hicimos. Si sobre exigimos a un niño que sea el número uno probablemente hagamos de el un personaje desdichado porque no llega. Deja que el niño busque su propio camino y el punto en que se encuentra cómodo en el. Exigir si, pero no al límite.
15.- No agobiarlo, ni ignorarlo: Al hilo de lo anterior, no debemos sobrecargar a un niño, pero tampoco irnos al otro extremo e ignorarlo. Debemos conocer las capacidades, necesidades y gustos de los niños y ser consecuentes con ellos. Una serie de actividades extraescolares que le motiven y exijan hasta cierto punto, facilitarán su desarrollo mental y físico
16.- Ponerse de acuerdo: Negociar con nuestros hijos, dando razones válidas, les hace ver que ellos son parte de la vida familiar, hará de ellos seres coherentes, amables, responsables, mentalmente sanos y felices.
17.- Tomárselo con paciencia: Criar a un niño es una gran responsabilidad, pero ponerle paciencia y cariño nos dará un gran premio en menos tiempo del que parece.
Todo niño necesita LÍMITES y CARIÑO para desarrollarse como persona mentalmente sana y feliz.