Podemos definir el
sueño como el estado de reposo físico
del organismo, en el que hay un nivel bajo de actividad fisiológica y menor
respuesta a estímulos externos, y en el que se produce una actividad mental que
se experimenta como una realidad vivida en la que abundan emociones de miedo,
ira, alegría, etc, dependiendo de la intensidad pueden llegar a
despertarnos y generalmente se olvidan
al poco de despertar.
Ahora bien, ¿para
qué sirve el sueño? La función fisiológica principal es la de recuperación del
organismo para la vida diaria, pero también hay teorías que apoyan que el sueño
sirve para consolidar la memoria, y otros autores, como Freud, opinan que es
una forma de expresar los deseos reprimidos aprovechando que la censura no está
de guardia.
En cuanto a la
historia que laboramos, los sueños tienen un contenido manifiesto (lo que
soñamos tal y como se expresa) y un contenido latente que queda a la
interpretación subjetiva de cada uno, para ello hay que tener en cuenta los
estímulos que estamos recibiendo en ese momento (frío, presión…), lo que hemos
vivido a lo largo del día, lo que nos ronda por la cabeza (preocupaciones,
deseos, miedos…). Debemos tener en cuenta que el subconsciente utiliza símbolos
para expresarse, de ahí que muchas veces el teatro que soñamos no tenga un
sentido claro y busquemos interpretar aquello que nos queremos decir a nosotros
mismo.
Para interpretar un
sueño podemos seguir unas pautas:
-DESCRIPCIÓN
DETALLADA DEL SUEÑO: Narra el sueño tal y como lo recuerdas, describe a los
personajes, los objetos, los lugares, las sensaciones y emociones que has
sentido… Ej. “Estoy frente a una puerta y no puedo avanzar, me paso la noche
mirando a esa puerta. Es frustrante porque no puedo seguir mi camino”.
-ASOCIACIÓN
LIBRE: Sobre aquello que llama tu atención, lanza las ideas que te vengan a la
cabeza. Por ejemplo, “en mi sueño veo una puerta, es grande, blanca, es de
madera, no me deja pasar, necesitaré una llave…”
-PREGUNTAS
DIRECTAS: “¿Qué hay al otro lado de la puerta?, ¿qué pasa si agarras el pomo y
lo giras?, ¿Por qué no abres la puerta y pasas?, ¿y si buscas otro sitio para
pasar?...
Cuando un sueño es
repetitivo y/o nos provoca malestar, ansiedad o simplemente curiosidad, podemos
tratar de resolverlo dándole una salida. Por ejemplo, “voy a echar la puerta
abajo con un hacha”. Esto suele ser muy efectivo y muy creativo, es una forma
de enfrentarnos a nuestros miedos rompiendo con ciclos de pesadilla y terrores
nocturnos.
CONSEJOS PARA SOÑAR
Mucha gente dice
que no suele soñar, todos soñamos varias veces cada noche, pero los sueños
tienden a olvidarse rápidamente. Para acabar con una sequía de sueños podemos
seguir unas pautas:
-SUGESTIONARSE:
Cuando vayas a dormir puede repetirte a ti mismo que al despertar vas a
recordar lo soñado esa noche.
-DESPERTAR Y
RECORDAR: Cuando despiertes, concédete unos minutos para remolonear en la cama
y sin abrir los ojos trata de elaborar la historia del sueño de esa noche.
-DIARIO DE SUEÑOS:
Puede ser buena idea tener junto a la cama un bolígrafo y un cuaderno en el que
anotar los sueños que tienes. Procura hacerlo antes de levantarte para no
perder detalles, y hazlo a menudo. Si revisas los sueños puedes encontrar
patrones que se repiten y aprender mucho de ti mism@. Recuerda que tu eres
quien mejor puede averiguar lo que significan tus propios sueños…
BUENAS NOCHES
Y FELICES SUEÑOS…