La
autoestima es la autovaloración que uno
hace de sí mismo, su imagen personal, las cualidades que nos atribuimos, los
pensamientos y evaluaciones que tenemos sobre quién y cómo somos. Nos creemos guapos
o feos, listos o tontos, buenos en matemáticas o malos, nos gustamos o no… esto
nos puede llevar a ponernos frenos o a asumir riesgos muy elevados.
De nuestra autoestima
depende nuestra forma de ser, de pensar, de actuar, de tomar decisiones, de relacionarnos
con los demás y en definitiva de comportarnos en el mundo.
La
autoestima se va formando a lo largo de la vida, en la infancia los niños
aprenden que pueden ser aceptados o rechazado, y de esas experiencias tempranas
de aceptación o rechazo comienza a forjarse la autoestima, en función de la
actitud que mostraron los demás hacia el pequeño.
En
la adolescencia el muchacho empieza a soltar la mano de los padres, necesita
autoafirma rse y buscar su lugar, pasa de ser dependiente a confiar en sus
propios recursos y para ello se apoyará en aquellos que tenga valores similares
a los suyos. Si en la infancia forjó una buena base podrá superar esta etapa
sin más fácilmente.
Pero
los adultos no estamos libres de caer en la baja autoestima, y esto suele
deberse a que creemos ciegamente lo que nos dicen otras personas (nos
martirizamos por las críticas de terceros), o nos castigamos a nosotros mismos
por cometer fallos o por faltar a nuestros valores.
Las personas con baja autoestimas suelen ser:
1- Autocríticas: Nunca están satisfechas consigo mismo.
2- No toleran las críticas de los demás: Las críticas también pueden ser constructivas, en lugar de verlo así siempre se sienten atacados y menospreciados.
3- Se sienten culpables y siempre están a la defensiva: Todo es blanco o negro, pero la vida real está llena de tonos grises.
4- Se sienten indecisos ante todo: Acaban teniendo miedo a equivocarse para no ser criticados de nuevo.
5- No saben decir NO: Siempre quieren complacer, pero es una tarea imposible, no podemos gustar a todo el mundo porque todos somos.
6- Son perfeccionistas: Se exigen demasiado pero la perfección no existe y etso les lleva a frustarse aun más.
7- Terminan mostrándose hostiles e irritables: La falta de confianza y creer que el mundo está en su contra les lleva a estar siempre alerta y a focalizar la atención en el error, lo que potencia su creencia en que las cosas son negras y terminan siendo personas irritables.
Para
mejorar la autoestima:
1-DEFIENDE TUS CREENCIAS Y OPINIONES: Tu opinión es tan válida como cualquier otra y
tienes derecho a expresarla, pero se humilde como para cambiarla si ves que
estas equivocado.
2- PIENSA EN POSITIVO: Dale la vuelta a lo negativo, “no puedo
hacerlo”=> “si me lo propongo lo haré”, “No sirvo para esto”=>”voy a
aprender a hacerlo”
3- ACTÚA SEGÚN CREAS QUE DEBES
HACERLO: Sigue tu criterio y no te sientas
culpable por no hacer lo que quieren otros.
4- VIVE AQUÍ Y AHORA: Aprende de los errores pasados y prepara el
futuro pero no te quedes en tus pensamientos sobre lo que no existe.
5- NO GENERALICES TUS EXPERIENCIAS
NEGATIVAS, VALORA TUS ÉXITOS:
Todos cometemos fallos pero eso no significa que vayas a cometerlos siempre y
en todo. Del mismo modo haces cosas bien y tienes éxitos, ¡valóralos!
6- CONFÍA EN TI Y TUS CAPACIDADES: Si hace falta pide ayuda, no pasa nada por
ello. Recuerda que siempre puedes aprender algo y por tanto mejorar. Disfruta
de lo que haces.
7- NO TE COMPARES: Cada persona es única con sus puntos fuertes
y sus puntos débiles, no eres mejor ni peor que nadie.
8- VALÓRATE COMO SER ÚNICO QUE ERES: Acéptate con tus cualidades y defectos, eres
importante y valioso para otras personas. Del mismo modo ten en cuenta a los
demás, respeta sus sentimientos, necesidades y derecho a equivocarse.
9- BUSCA
SIEMPRE MEJORAR: Si algo no te
gusta de ti intenta cambiarlo, supérate a ti mismo. Para ello conócete,
identifica aquello que quieres cambiar o conseguir, ponte metas y ve a por
ellas.
Quererte
a ti mismo te va a permitir confiar en ti y en los demás, disfrutar de la vida,
conseguir tus metas y desarrollarte como persona. Permítete SER FELIZ, porque
te lo mereces. Y verás como cambiando TÚ, todo lo demás cambia a tu alrededor.
Así
que recuerda, VALÓRATE, RESPÉTATE,
SUPÉRATE.
Todo ser humano, sin excepción, por el
mero hecho de serlo, es digno del respeto incondicional de los demás y de sí
mismo; merece estimarse a sí mismo y que se le estime. C. Rogers